Malabares
Paré en ese semáforo usual y una vez más estabas
ahí. La espera, a veces eterna para mí, los 30 segundos perdidos de mi vida,
que en la tuya seguramente han sido más que eternos.
Tu vida se interrumpe todo el tiempo, tu vida se
define por una luz roja...una y otra vez...
Necesitas las miradas y las usas a tu favor. Siento
miedo y desesperación al mismo tiempo, porque tus ojos esconden mucho más que
solo el reflejo de los carros que día a día pasan a tu costado y casi rozan tu
cuerpo.
Tus ojos guardan mil historias que no tenías por
qué conocer...pero estas son solo suposiciones, tal vez no es cierto, pero ¿realmente
importa?
No tengo que conocer nada más que ese minuto en el
que veo como pasas cuatro pelotas de mano en mano y hacia el aire. Como mueves
los labios y cantas en silencio una canción, como tus manos reflejan la textura
del asfalto, un paisaje que ha de ser recurrente en tus sueños.
Te doy una moneda probablemente una vez al mes o
menos...cuando ya no soporto la idea de pensar que podrías tener mi edad, que
podrías ser la protagonista de una de mis peores pesadillas. Tal vez es
egoísta, pero el egoísmo me ha llevado a mirarte más de una vez y pensar. A
veces eres una cifra más en la injusta estadística de un país y a veces eres
todo en lo que puedo pensar.
Comentarios
Publicar un comentario